¿QUIÉN SOY?


Desde pequeña fui siempre muy observadora, me fijaba en cosas que para otras niñas pasaban desapercibidas. Recuerdo las imágenes de cuando construyeron la casa de mis padres, los materiales que emplearon y cómo lo hicieron. Yo, mientras todos trabajaban, me pasaba el día jugando por la obra, enterrándome en el picón o caminando y haciendo equilibrios por las maderas que usaban para transportar el material. Me acuerdo en detalle de cada herramienta que utilizaban porque se convirtieron en mis juguetes favoritos.
Cuando estaba en casa con mi madre también me interesaba en saber qué ingredientes llevaba cada plato y la mareaba preguntándole todo lo que usaba. Me gustaba mirar libros de recetas para encontrar una tarta cubierta de chocolate, de esas que con tan sólo mirarlas se me hacía la boca agua. Cuando mi madre salía, aprovechaba para hacer todo tipo de postres, pero sobretodo merengues… ¡siempre me han encantado!
Fui creciendo y me decidí a estudiar Arquitectura Técnica. Trabajé en varias empresas constructoras pero sólo en una encontré mi lugar: Me encantaba mi trabajo y fui muy feliz. Sin embargo, la difícil situación económica hizo que la empresa fuera a la quiebra y que terminara mi labor allí. Más adelante conseguí un empleo en otra constructora, aunque no tenía nada que ver con la anterior y resultó ser una muy mala experiencia. 
Después de esto llegó el paro y el mundo se me vino abajo: ¿qué podía hacer en un país en el que ya no había sitio para los de mi profesión y donde nadie te daba una oportunidad en otro sector? Me sentía sin rumbo, sin saber qué hacer, sin ningún objetivo... parecía que todo lo que había luchado en mi vida había sido en vano; el camino que había recorrido no había servido de nada y me encontraba como a la base de una gran montaña.
Todo ello me llevó a querer trasladarme a Inglaterra para empezar una nueva vida y con las expectativas de trabajar en lo que sea, pero… unos meses antes de mi viaje, navegando por internet, vi una tarta que me llamó mucho la atención: estaba toda decorada con rosas. De nuevo, me surgió la curiosidad… quería saber cómo se hacía y, ya saben, en internet todo se encuentra. Sin pensarlo demasiado compré el material y la hice... fue mi primera tarta y tuvo muchísimo éxito.



Ya no pude parar de querer aprender más y más. El siguiente paso lo encontré en Alma Obregón, vi su web y conocí su historia... lo que me dio más fuerzas para quedarme en España y apostar por mí y el mundo de la repostería.

Actualmente sigo aquí, con las mismas inquietudes y con muchas ganas de saber más. Ahora tengo una idea clara de cuál es mi camino y a dónde quiero llegar… ¡Éste es mi sueño! ¡Ésta es mi pasión! Pienso que tal vez todo lo que luché me ha servido para llegar hasta aquí. Y lo mejor de todo ha sido descubrir que los conocimientos adquiridos en mi carrera me ayudan a construir cada tarta… al fin y al cabo, en ambos casos se trata de crear proyectos partiendo de materiales y estructuras en equilibrio. Con esto he unido mis dos pasiones… ¿qué más se puede pedir? 
Así que este es mi mensaje:
 “Encuentra algo que te guste y lucha cada día para hacerlo realidad"

Yaiza Hdez.
Crème Brûlée School


                                          






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